Narra las vicisitudes de Victoria, una joven apasionada por el baile quien, tras una relación de cinco años con su novio, rompe con él y con su existencia habitual, para incursionar en el complejo ambiente carcelario. Tras una serie de situaciones, Victoria descubre una realidad que va más allá de las convicciones sociales, lo que la hará dudar de sus propios límites y del sentido de la libertad.

Daniel es un joven huérfano de una pequeña isla en el Golfo de Nicoya que emprende un viaje en busqueda de su padrino y de oportunidades. Llega a un hotel en el puerto de Puntarenas, donde alguna vez trabajó su madre. Durante el viaje descubre elementos de su pasado que lo ligan profundamente al destino del hotel y también a la posibilidad de cambiarlo.

Unas chicas transexuales son las protagonistas de esta historia, que permite sin moralinas asomarnos a una cotidianeidad y a una visión del mundo oculta para la mayoría.

Daniel, un pintor atormentado que ha perdido su lugar en el mundo, será guiado por su subconsciente en un viaje surreal a través de la ilusión y la locura, en donde deberá enfrentar los traumas de su niñez y retomar el control sobre su vida.

Después de una década de vivir en la ciudad de Nueva York, Antonio (Hernán Jiménez) un joven e 30 años de edad, regresa a su natal Costa Rica para una corta visita a su padre (Luis Fernando Gómez). Luego del robo del pasaporte en un asalto, Antonio se ve obligado a permanecer más tiempo del previsto, lapso en que ocurre un encuentro casual y amoroso con su vieja conocida Sofía (Bárbara Jiménez). Esta combinación de situaciones lo enfrenta a todo por lo que ha luchado desesperadamente por dejar en el pasado: una familia desintegrada y en crisis, un padre enfermo, un país violento y tiempo perdido con amigos que ya no reconoce. Incapaz de huir como de costumbre, Antonio debe llegar a un acuerdo con su pasado con el fin de apoderarse del presente y construir un futuro mejor.